El Ser humano está ligado a las energías y Leyes Universales
de tal modo que tenemos el potencial de una conexión directa a esta energía
sutil y consciente. Las sintonizaciones arquetípicas consiguen potenciar la
unión a esta energía usando arquetipos fácilmente entendibles, como son el
Padre, la Madre y el Hijo e incluso aparecen arquetipos de otras culturas
puesto que la energía-información trabaja de forma consciente
mostrándonos aquello que necesitamos.
Las sintonizaciones arquetípicas ayudan a la persona a
transformar los bloqueos emocionales originados durante la primera infancia,
gestación, traumas, y a limpiar el Árbol Genético Espiritual o Ka de
los Ancestros al que todos estamos unidos.
En las sintonizaciones no hay inducción hipnótica ni control
mental de ningún tipo, siendo el propio sujeto, en estado consciente, quien
controla en todo momento la situación. La técnica de las sintonizaciones
reside en “la no técnica”. En ellas, el sujeto “siente” en primera persona
aquello que necesita experimentar, sin interpretaciones ni manipulación por
parte de ningún agente externo: “Te sirve lo que tú sientes, no lo que los
demás te explican que has sentido o debes sentir”.
El resultado es una experiencia extraordinaria, similar a
las prácticas iniciáticas del antiguo Egipto, las de los cátaros o de los
primeros cristianos, que posibilita al individuo activar su energía divina para
sanarse emocionalmente y restablecer la unión con el mundo de la Luz.
Es experimentar
el retorno al hogar, donde no hay preguntas y sí hay el sentimiento de
plenitud.
Hay una semilla divina en nuestro corazón y se llama Amor.
Experimentar la sintonización sirve para hacer germinar esa semilla, abrir el
corazón, activar esa esencia, expandirla e impregnar con ella a los demás.
Transmutar la oscuridad propia y la de los demás, liberarnos de los bloqueos de
nuestra vida, incluso los de vidas pasadas. Aprender a experimentar, compartir
y tomar las riendas de tu vida, abrir las puertas de tu mente a la verdad para
ser libre, ser tú mismo.
Normalmente una experiencia de sintonización arquetípica
consta de los siguientes pasos: Limpieza de los Chakras (liberación del dolor y
de las emociones retenidas, única fase dirigida realmente por el facilitador),
reordenación del Código Genético Espiritual (vidas sucesivas/conexión con los
ancestros), Renacimiento a la Luz y Contacto con el Niño Interior, Apertura del
Corazón, Expansión de la Semilla Crística y, finalmente, Elevación a los planos
superiores a través de la columna de luz que nos conduce al Uno.
Texto: Jose Antonio Campaña
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